Sayonara, baby!

¿Sabéis ese capítulo de Friends en el que se van a ir todos a Londres para la boda de Ross & Emily? Ese que empieza con Mónica histérica perdida, entrando en el apartamento de los chicos gritándoles que se den prisa que de camino al aeropuerto les podría pasar de todo y no llegar a tiempo y perder el avión, y luego se mete en su casa y empieza a guardar cosas en el bolso en plan: "billete- visto; pasaporte-visto; monedero-visto".

Pues yo estoy igual de histérica. Bueno, ahora no. Ahora que ya lo tengo todo "visto", y me he dopado con un lexatín y estoy en la cama escuchando música clásica..., ahora empiezo a relajarme. El tic nervioso del ojo no se me pasa, pero imagino que mañana, cuando llegue a Gambia mi cuerpo entero podrá descansar en paz. Digo mi cuerpo, porque mi mente sé que va a despertar de su letargo. O al menos eso espero.

Toi nervi. Siempre me pongo nervi el día antes de irme de viaje. Ya que Elba al final no viene y me deja sola ante el peligro, he hecho una pequeña recopilación de mis objetos más queridos, en plan, mi gorra de NY, la libreta que me trajo Maria de París, mi mechero de Emily Strange, el último libro de Chuck Palaniuk y por supuesto, me he preparado las listas de reproducción más increíbles con mis obsesiones de este momento.

Hasta dentro de una semana.
Si me pensáis, ubicadme aquí:



Leyendo, escribiendo y escuchando música con mi gorra favorita puesta.
Bais, bais!