sábado, septiembre 22, 2007
domingo, septiembre 16, 2007
Mala bava
No recuerdo la última vez que estuve todo un domingo metida en casa. Y espero con el tiempo olvidar el día de hoy.
Mi cerebro vuelve a jugarme malas pasadas. Espero que mi recién adquirido afro me desespese las ideas.
Tengo una misión. Pero no os la voy a contar. Porque tampoco os interesa.
Mi cerebro vuelve a jugarme malas pasadas. Espero que mi recién adquirido afro me desespese las ideas.
Tengo una misión. Pero no os la voy a contar. Porque tampoco os interesa.
martes, septiembre 11, 2007
Mi príncipe azul existe!
Me he enamorado del dependiente de una tienda. No sé nada de él, excepto que le tiene que doler la cara de ser tan guapo.
Le ví el sábado por la tarde. No pude aguantarle la mirada.
Esa misma noche soñé que era mi novio y que me decía: "Oye, tengo una semana libre. ¿Te vienes conmigo a las Bahamas". Y de repente estábamos rollo como los protas de "El lago azul", nadando en pelotas bajo las cristalinas aguas del caribe, comiendo plátanos y procreando.
Tendré que volver a la tienda y comprarle algo, no? Jejejej...
Le ví el sábado por la tarde. No pude aguantarle la mirada.
Esa misma noche soñé que era mi novio y que me decía: "Oye, tengo una semana libre. ¿Te vienes conmigo a las Bahamas". Y de repente estábamos rollo como los protas de "El lago azul", nadando en pelotas bajo las cristalinas aguas del caribe, comiendo plátanos y procreando.
Tendré que volver a la tienda y comprarle algo, no? Jejejej...
Vidas
¿No tienes a veces la sensación de que explicar cómo has llegado a este momento de tu vida es algo imposible? Explicar ciertas cosas, que si las piensas a grandes rasgos son muchas cosas, y muchas cosas muy graves, o fuera de lo común, o simplemente anécdotas de tu infancia...
Pero no... Sólo necesitas una buena frase para empezar, como en una buena novela.
Una frase como: "Ayer, rebuscando entre mis cosas, encontré las cartas que me mandaba mi padre desde la cárcel". Y claro, necesitas unos buenos oídos dispuestos a escucharte durante unas horas, y alcohol y tabaco, y tener ganas de hablar.
La verdad ya no me duele. Pero cuando la verbalizo me deja perpleja.
Me cuesta creer que yo haya sido esa.
Pero no... Sólo necesitas una buena frase para empezar, como en una buena novela.
Una frase como: "Ayer, rebuscando entre mis cosas, encontré las cartas que me mandaba mi padre desde la cárcel". Y claro, necesitas unos buenos oídos dispuestos a escucharte durante unas horas, y alcohol y tabaco, y tener ganas de hablar.
La verdad ya no me duele. Pero cuando la verbalizo me deja perpleja.
Me cuesta creer que yo haya sido esa.
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