¿No tienes a veces la sensación de que explicar cómo has llegado a este momento de tu vida es algo imposible? Explicar ciertas cosas, que si las piensas a grandes rasgos son muchas cosas, y muchas cosas muy graves, o fuera de lo común, o simplemente anécdotas de tu infancia...
Pero no... Sólo necesitas una buena frase para empezar, como en una buena novela.
Una frase como: "Ayer, rebuscando entre mis cosas, encontré las cartas que me mandaba mi padre desde la cárcel". Y claro, necesitas unos buenos oídos dispuestos a escucharte durante unas horas, y alcohol y tabaco, y tener ganas de hablar.
La verdad ya no me duele. Pero cuando la verbalizo me deja perpleja.
Me cuesta creer que yo haya sido esa.
martes, septiembre 11, 2007
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