De capa caida. I need some fresh air.

OK. A veces pasa. Quieres escribir algo creativo, algo que a tí mismo te guste releer de vez en cuando, algo que llegue a la gente. Pero no tienes tema. No hay nada que te inspire. Absolutamente nada. Y lo pienso bien, y el caso es que no es que no tenga nada qué decir, el caso es que NO PUEDO DECIR NADA RÁPIDAMENTE, DEPRISA Y CORRIENDO. Tendría que sentarme y hacer un crokis de todo lo que he visto y oido estos días, todo lo que he vivido, y pensado, bueno y malo, no importa, pero no..., NO TENGO TIEMPO. Y la verdad, no sé si tengo ganas.

Pero como este es mi blog, mi diario, y quiero que quede registrado lo que me ocurre de una forma u otra (esto es, de forma magistral o super cutre), diré sin más preámbulos, que el viernes fui a una especie de fiesta brasileña y que lo que me encontré fue: gente loka, mucha priva, mucho dancing..., y esto:














¿Y qué?
Os estaréis preguntando... Yo también me lo pregunté a mí misma, para ser sincera...
¿Y qué?
Pues que a veces la vida te envía señales y depende de tí el verlas y saber leerlas. El puto loro este es una señal, pero no sé cómo leerla, no sé qué lectura sacar de ello. No lo voy a explicar porque, gente, NO TENGO TIEMPO NI GANAS, pero quiero dejar constancia aquí, en mi blog, de que sí, vi al lorito el viernes por la noche, y sí, me quedé un poco pillada.

Ah, y ya ha vuelto Jessica de Londres.
La he echado de menos a la muy guarra...