Yin-Yan, o como dirian por el sur: er yin y er yang! (se me va...)

Mañana es viernes y... y no sé de qué coño hablaba mi horóscopo. Me lo creí a pié juntillas el lunes. Y esperé con emoción la semana. Pues bién, esta semana ha sido una puta mierda. Ha dado asko en tantos aspectos que es difícil hasta de explicar. Ninguna mejora, ni el terreno profesional, ni en el económico, ni en el personal. A no ser, claro, que el ver que todo lo que quieres está a cientos de miles de kilómetros lejos de tí sea algo positivo. La gente positiva seguro que sacaría una lectura buena de mi situación. Pero yo no. A mi me cuesta ver el vaso "medio lleno", y tiendo a verlo "medio vacío".
Por lo tanto, me reitero: esta semana ha dado asco.
Lo genial de todo esto, es que dentro de todo el asco, de lo mal que lo paso a ratos, etc, etc... ME SIENTO BIEN.
¿Será la edad? ¿Será la terapia? ¿Serán los buenos amigos? No sé que es lo es, pero por muy negro que lo vea todo, en realidad, no tardo mucho tiempo en disipar el mal rollo. Tengo altibajos pero nunca pierdo el equilibrio. Y me encanta.
Seguramente esto sea lo que un psicólogo llamaría "normal", pero para ser yo, en mi caso, esto es totalmente "paranormal".

Yo, la desequilibrada number one, por fin camina por la cuerda floja con una seguridad pasmosa y una sonrisa en la boca.
Mi vida es un circo y yo la equilibrista. Payasa y equilibrista. Equilibrista por lo que os acabo de contar, y payasa por..., bueno,
payasa por mi pelo.