domingo, junio 03, 2007

PREVIOUSLY ON LOST...

Estoy hiperactiva.
Vuelvo a estar en un punto de esos en los que ni siquiera "me divierto" en mis momentos más divertidos, porque la ansiedad no me deja. No sé qué coño me pasa. Es como si necesitara rellenar cada hueco de mi tiempo para compensar mis vacíos emocionales. Y si no lo hago, me deprimo.
Así que no puedo parar.
Desde que abro los ojos por la mañana empiezo a plantearme qué es lo que voy a hacer a lo largo del día, hora tras hora, minuto tras minuto. Dejo espacio para la improvisación, pero antes ya me he trazado un plan A y un plan B por si las moscas. Este fin de semana he ido de compras, me he recorrido toda la ciudad -varias veces-, me "he tomado algo" en múltiples bares y cafeterías, he visitado a amigos, he salido de fiesta, he ido en bici, he visto dos películas, he visitado un museo y además he dormido dos siestas.
Ayer lo comentaba con mi amigo Marmol, que una vez más no sólo me entendió, si no que me confesó que a él le pasa algo parecido, aunque él lo suyo lo atribuye más al estrés que a la insatisfacción. El rollo es que aunque los dos lleguemos a tener sensaciones parecidas, él "sabe" quedarse tranquilito en casa y a mí me da un telele si me quedo "encerrada" más de lo estrictamente necesario: dormir, ducharme, vestirme.

Esta tarde he ido al museo Picasso a ver la expo de fotos de Lee Miller. Las fotos no me han parecido excepcionales a nivel técnico, pero me ha encantado el contenido de las mismas. Picasso en su elemento; en sus casas-estudios, con sus amigos, de vacaciones, haciendo el tonto, jugando con niños... Y viéndole a él, quizá uno de los artístas más prolíficos de todos los tiempos, tan relajado siempre, fumando sentado siempre en su butaca, recibiendo a gente y rodeado de arte, he tenido una iluminación: tengo que aprender a vivir el presente, desde el interior. Como él.

Picasso tiene una mirada increíble: brillante, afable, sencilla, profunda y abierta. No me extraña que tuviese tantas amantes. A falta de otros atributos físicos, su mirada seduce y transmite SERENIDAD.
Esa hora y media que he pasado mirando sus fotos ha sido la hora más tranquila que he tenido en toda la semana. La que más he disfrutado. Iba de foto en foto pensando cosas tipo "Si me lo propusiera podría ser feliz viviendo en una casa desvencijada perdida en medio de alguna parte, digamos, por ejemplo, en la campiña francesa... escribiendo y paseando y recibiendo a amigos de vez en cuando..., como este hombre; así que NO NECESITO BEBERME UN MOJITO EN UN BAR COCHAMBROSO DEL RAVAL PARA PASÁRMELO BIEN Y LUEGO EMPALMAR CON OTROS TRES MÁS".

Pero la verdad es que sí lo necesito. Y eso es precisamente lo que he hecho en cuanto he salido del museo.

ESTOY LOST, ¿verdad?.

Y mañana iré a la piscina y luego comeré con mi familia y por la tarde empezaré a restaurar la silla tan chachi que me encontré el otro día tirada en la calle y..., y bueno...

...TO BE CONTINUED.

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