martes, octubre 26, 2004

Por los Pelos

Si me concedieran la oportunidad de cambiar genéticamente (y con genéticamente me refiero a FOREVER AND EVER) alguna parte de mi persona, sin dudarlo ni un segundo elegiría mi pelo. No es que quiera un pelo lacio y perfecto como el de mi amiga Rachel de Friends... Me conformaría con cualquier tipo de melena rizada pero, eso sí, más manejable que la mía. Lo primero que pienso cuando me miro al espejo por las mañanas es "¡¡¡¿PORQUÉ, DIÓS, PORQUÉÉÉ?!!! Y Diós me responde: "Porque me dió la santísima gana. Lávate el pelo y da gracias al Dr. Sebastian por haber tenido el ingenio de crear el Potion 9".

Mi amigo Mármol , siempre que tiene la oportunidad, me recuerda aquel maravilloso día, hace unos cuantos añitos ya, en que yo, inocente de mí, decidí quitarme delante de él las trenzas que habían adornado mi bonita cabeza durante un mes entero. A medida que las trenzas iban desapareciendo de mi pelo, la ironía asomaba en su rostro. Ironía que alcanzó su cúspide en el momento en que salí de la ducha y me PEINÉ y ni Diana Ross cuando cantaba con las Supremes me podría haber hecho sombra. Mármol, cariño, sé que aún tienes pesadillas por las noches... ¡No sabes cuánto lo siento!

Este fin de semana me voy de acampada con mis amigos. Entre las muchas (o pocas, según como se mire) actividades que tenemos planeadas, está la de grabar un corto con una cámara digital que G&A acaban de comprarse. Como no podía ser de otra manera, a mí me ha tocado la parte del guión. Quieren que escriba una historia de miedo. Creo que no hará falta. Mi "sexto sentido" me indica que en cuanto salga de la tienda de campaña por la mañana se van a quedar todos A-C-O-J-O-N-A-D-O-S con mi pelo.

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