martes, junio 14, 2005

Perros, mentiras, y cintas de video.

Mi hermano ha sido siempre el encargado de sacar a pasear a los perros. En realidad, los perros los trajo él, y oficialmente son 'suyos'. Mi madre y yo no estamos del todo de acuerdo con lo de que son 'suyos' porque lo único que hace es pasearlos. No limpia los pipis ni las cacas, no saca los pelos del sofá, no les hierve arroz cuando se quedan sin su comida. Sólo los pasea. Cosa que ya nos va bién a nosotras dos, porque seamos sinceros, sacarlos a pasear dos veces al día, CADA PUTO DÍA DE TU VIDA, es una PUTADA.

Desde que me he ido de casa, tengo una necesidad imperiosa de pasar tiempo con mis perros. Les echo de menos. Ahora que ya no me entran ganas de rebanarles el cuello cuando entro en casa y me tropiezo con una meada o algo peor, sacarlos a la calle ya no me parece tan aburrido. De hecho, bién mirado, es toda una experiencia. Desde el mismo momento en que me dirijo a la habitación de los trastos a coger sus correas, EMPIEZA LA DIVERSIÓN. La suya, por supuesto. Y con la suya, la mía (por si no lo había dejado claro ya).

En esa habitación, mi madre guarda DE TODO: libros, discos, cds, mantas, la aspiradora, maletas, una escalera, cuadros viejos, una bici estática, una bici normal, ropa por doblar, herramientas, álbumes de fotos... , y las correas de los perros. No importa si abres 30 veces la puerta de esa habitación al día, y las 30 veces coges algo que no sea sus correas, ellos asocian esa habitación a una sola cosa: SALIR A LA CALLE. En cuanto abres la puerta, los tienes a los dos pegados al culo, tensos y con la mirada suplicante. Cuando sales.., sin las correas, puedes sentir como la decepción les embarga, y se van, cabizbajos a sus respectivas camas, eso sí, sin echarte antes una se esas miradas que dice 'cabrona, más vale que la próxima vez salgas de ahí con mi correa o me mearé en tu cama'.

Pues bién, la reacción cuando sales con sus correas y bozales y demás, es todo lo contrario. LADRIDOS, SALTOS, LADRIDOS, SALTOS, COSAS QUE SE ROMPEN CUANDO CHOCAN CON SUS COLAS, LADRIDOS, MÁS SALTOS. Salen TAN CONTENTOS a la calle, con tanta IMPETUOSIDAD, que da impresiona.

Ayer salí de casa literalmente VOLANDO POR LOS AIRES, arrastrada por la Pan, que estaba más exaltada que nunca. No sabría decir si era porque le hacía ilusión salir conmigo, porque se moría de ganas de mear en su árbol favorito o porque me había visto abrir y cerrar la puerta de la habitación de los trastos como 10 veces en menos de una hora. La cuestión es que la tía salió como una flecha, arrastrándonos al Thai y a mí con ella. Recorrimos frenéticamente media calle, yo chillándole que se tranquilizara y cosas como 'Pan! Qué verguenza!'..., mientras todas y cada una de las personas que se 'iban apartando a nuestro paso' me miraban con pavor. De verdad que veía EL MIEDO en sus miradas. Si yo viera una escena así en la calle, a una tipa con chandal y los pelos a lo Jackson 5, corriendo y gritándole 'Pan-Para' a un PittBull eufórico y arrastrando a un engendro de caniche lleno de canas..., no creo que sintiera MIEDO, creo que me partiría EL CULO DE LA RISA. Pero la gente se cree todo lo lee en los periódicos o ve en las notícias: "Perro catalogado de peligroso mata a niña de 2 años en su propia casa". Y luego tardan 2 días en anunciar que los padres de esa niña la habían dejado sola en casa con el animal y que cuando encontraron el cadaver de su hija estaban bajo los efectos de 'ciertos' narcóticos. ¿Qué clase de padres son esos? y ¿Qué clase de 'amos' son esos?

Ayer, en medio del tumulto de gente que se apartaba ante nuestra enérgica carrera de fondo hacia el árbol favorito de la Pan, una niña de unos 8 años, se plantó delante de mí y de mis perros, y haciendo caso omiso de los tirones de correa que me reclamaban incesantemente para 'seguir caminando', me preguntó si tenía tiempo para oír cómo me tocaba una canción con su flauta.
'Claro que sí, le dije'. 'Si estas fieras no me descoyuntan el brazo primero'.
'Vale! Espera, que saco la flauta de la funda'.
Y se tomó su tiempo, y llamó a sus amigas, y ella me tocó 'Baixant de la font del Gat', y sus amigas le hicieron los coros.
Y luego, por turnos, acariciaron a la Pan y al Thai...

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el viejo mundo tambien se cuecen habas, la diferencia es que aqui no te detiene una niña sino tremendo sujeto creyendo que traes perros rabiosos y que les hara daños a sus vastagos, esperando eso si intimidarte hasta la medula para que te lleves de ahi a tu par de bodoques rabiosos y vayas a enchichar a otra parte. Pequeñas diferencias no crees?