jueves, marzo 23, 2006

Zinkeos sobre el curro

Me estoy controlando para no hablar aquí largo y tendido sobre mi trabajo. En realidad no tendría porqué pasar nada, pero prefiero no hacerlo por si las moscas. Más de un blogger ha sido despedido de su trabajo por escribir sobre las vicisitudes del mismo y de la gente que trabaja con él. ¿Conocéis a Dooce? Es una CELEBRITY en el ya super extendido mundo de los blogs. Ella empezó el suyo hace unos cuantos años, cuando vivía en Los Angeles y trabajaba como diseñadora gráfica para una compañía de internet. Dooce fue despedida de su trabajo por culpa de su blog. Todavía se habla del tema pues ella misma se encargó de darle bombo y platillo. La han entrevistado en innumerables ocasiones para hablar del tema. Todavía se ríe de ello de vez en cuando (el día de su despido forma parte de las fiestas que celebra en su calendario anual) y de vez en cuando se cuida de recordar a los que la leemos, que NO DEBEMOS BLOGGEAR SOBRE NUESTRO TRABAJO.

Es difícil para mí porque yo suelo inspirarme en mis experiencias cotidianas para decir lo que tengo que decir. Está más que claro que lo que vivo en estos momentos es la realidad de mi trabajo pues me paso 9 y 10 horas diarias allí, durante 5 de los 7 días que tiene la semana. Por si eso fuera poco, trabajo en una oficina en la que además de mí, hay unas 40 personas más, siendo más de la mitad menores de 35 años. Imaginad la de historias que os podría contar, y que todavía no estoy segura de si os contaré un día de estos.

Sobre mí misma puedo decir que aparte de realizar lo que se me manda, dedico la mayor parte del tiempo a observar a los demás. Creedme, es alucinante lo que se puede saber de las personas con sólo observarlas. Podría decir quién es tímido, quién no, quién es irónico y malo, quién no, quien es amigo de quién, quien es enemigo de quién, a quién le gusta quién, a quién no le gusta quién, quién está agusto, quién está deseando que lleguen las vacaciones, quién finge saber de todo, quién sabe de verdad, quién no ha dormido bién por la noche, quién bebe café, o té, o tiene la tensión baja o tiene problemas con su pareja... etc, etc, etc. Y todo eso, sin hablar con nadie. Todo esto por pura intuición, por pura observación.

Estoy aburrida de observar a mis compañeros de trabajo. Han dejado de ser un aliciente para matar el rato. Pocos se me antojan personas realmente interesantes. Los que me interesan son los que he llegado a conocer. Los que no me interesan, coexisten conmigo pero sin tener un contacto real. Puede que me queden un par por llegar a conocer, pero se muestran distantes, lejanos, intocables. Se me hace muy raro que la gente se mueva por clanes y tengan un contacto mínimo con los que compartimos faenas y horarios, se me hace un poco "inhumano". En mi antiguo trabajo todo el mundo conocía a todo el mundo, y no éramos 40, éramos como 100 o más, y no importaba el cargo que ostentaras, siempre había espacio para codearte con los demás, para gastar bromas, para tomarte un café con el primero que encontraras, para comentar un programa de televisión, para matar el tiempo jugando a lo que fuera o simplemente para preguntarte qué tal te iban las cosas. Estuve trabajando allí 9 años. Evidentemente, durante esos 9 años asumí de forma natural que la mejor actitud para sobrellevar un trabajo es ser alguien abierto y sentirte relajado. Esos 9 años se me han borrado de un plumazo durante las 9 semanas que llevo trabajadas en esta nueva empresa. Me da rabia, y al mismo tiempo me produce curiosidad. Es probable que yo haya estado encerrada en un globo durante todos estos años, superprotegida por una suerte de ambiente positivo, y que en realidad, lo que abunda por el mundo es lo que me estoy encontrando ahora. Es posible que de esta experiencia tenga que aprender muchas cosas y que sea bueno que la esté viviendo ahora: no antes, no después.
Son posibles muchas cosas...

Pero por hoy ya basta, ok?
:-))

Mañana es viernes.
NUNCA ME HABÍAN GUSTADO TANTO LOS V.I.E.R.N.E.S

No hay comentarios: