jueves, febrero 10, 2005

Hoy no debería ser Hoy

Hoy brilla el sol. Pero eso no me compensa, porque:
Hoy me he despertado y lo primero que he oido ha sido el ruido de un taladro.

Hoy me he incorporado en la cama y lo primero en lo que se han fijado mis ojos ha sido en la cagada reseca de paloma que tenía en la manga derecha de mi pijama. Un pijama que me puse limpio anoche.

Hoy me he levantado y mi primera sensación ha sido de dolor en la mano derecha. Un dolor como de huesos rotos, muy probablemente del mega esfurezo que hize ayer al montar una estantería de Ikea (¿quién dijo que era fácil montar los muebles de Ikea?).

Hoy he abrazado a mi perra y como resultado se me ha astillado UN PELILLO suyo en la mano derecha -sí, la que me duele como si me hubieran pegado un mazazo en ella-, y justo después he visto las estrellas al recibir un cariñoso zarpazo en la boca, que me ha producido un corte en el labio inferior.

Hoy, ahora, me encuentro desayunando delante del ordenador, al son del organillo del 'gitano de la cabra' que pasa de higos a peras por delante de mi casa. Música cañí mezclada con ruido de taladro industrial, una delicatessen para oídos sensibles y refinados como el mío.

Hoy, ahora, me tengo que preparar para ir a trabajar. Espero no resbalarme en la ducha, o pinchar una rueda de la moto, o envenenar a un niño, o perder en mi timba semanal de parchís o enfadarme con alguien.

Porque estoy cabreada, estoy cabreada y sólo son las 11 de la mañana.

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