lunes, enero 03, 2005

LA MÁS DEL MUNDO

Mi amigo Mármol solía decirme que yo era 'LA MÁS DEL MUNDO'. No en el buen sentido de LA MEJOR (ya me gustaría), ni tampoco en el sentido peyorativo de LA PEOR. LA MÁS DEL MUNDO, porque decía que nadie era MÁS visceral, idealista, intransigente, expresivo, vulnerable, orgulloso y contradictorio que yo.
Tenía y tiene toda la razón.
No es que me sienta especialmente orgullosa de ser todas esas cosas, pero soy totalmente consciente de que soy así, de que a veces no debería ser así, y creédme cuando os digo que intento cambiar.
Mi carácter es fruto de muchas experiencias, unas buenas y otras no tanto, y otras muchas experiencias, algunas bastante recientes, son a su vez consecuencia directa de mis reacciones hechas ya hábitos. Estas reacciones-hábitos fruto de experiencias pasadas son las que QUIERO CAMBIAR porque de ellas he aprendido que no saco nada válido ni provechoso para mí ni para los que me rodean.

Tengo el firme convencimiento de que la Vida no me va a dejar tranquila hasta que no deseche esos malos hábitos-errónea manera de ser, y me va poner delante situaciones similares hasta que por fin aprenda a reaccionar-razonar-sentir-actuar en consecuencia de la forma adecuada.

La sorpresa es que cuando uno empieza a superar esa nociva forma de relacionarse con el mundo, algunas de las personas que creías que te habían ayudado en el proceso empiezan a adquirir los malos-hábitos que tu desechas. Mi talante contradictorio se alegra y se entristece al respecto. Es un especie de BIEN POR MÍ, pero QUE PENA ME DAN LOS DEMÁS.

P.D: Sin embargo, LA MÁS DEL MUNDO que aún llevo por dentro DESEA que este post sea producto de un acto visceral y esté equivocada. Prefiero seguir con mi carga a que los demás adquieran mis desechos por el camino.

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